¿Cómo lo hace?
…sobre la relación con la audiencia, podríamos decir que nuestra práctica ha sido la de generar puentes entre la enorme diversidad de poéticas y la mirada de quien comparte la escena.
En un campo en el que la seducción es generalmente intelectual, por un lado y, por otro, se realizan búsquedas más cercanas a los dominios de la intuición, y donde además las tecnologías han tomado un gran protagonismo, esa mirada requiere interés, curiosidad, generosidad, pero también ampliación de la información, posibilidades de contraste, de acercamiento al hecho creativo, al proceso, a los propios creadores, requiere un lugar-momento donde se puede tener acceso a tantos nuevos códigos… tratamos de crear contextos donde cada uno se sienta implicado, habitual, familiar; donde la mirada, que es tan subjetiva como la obra, encuentre vías para una percepción aproximadora.
Por otro lado, el acompañamiento a la creación, en sus diversas facetas, es otro de los elementos básicos de nuestro trabajo. Este apartado que podría quedar fuera de la mirada del público, es una herramienta que, en principio parece no tener ninguna vinculación con él, pero que a su vez nos permite establecer las conexiones. Un ejemplo, entre otros, podrían ser las Residencias para la creación, en las que se establece un acuerdo de intercambio con los creadores: La Fundición aporta espacio de trabajo, infraestructura, espacio de exhibición, y las compañías aportan, clases, ensayos, discusiones sobre procesos… todo ello abierto, en unos casos a profesionales, en otros, al público en general.
…a lo largo de todos estos años y hasta hoy, nuestra relación con el público ha sido de proximidad y ha tenido que ver con la continuidad de la apuesta por una programación local, nacional e internacional, de riesgo. Si «crear es abrir los posibles y la creación depende de una confianza en lo común», hemos compartido con el público coraje, curiosidad, fragilidad, osadía, dudas… y hemos intentado transmitir esa convicción de que bucear en las aguas ajenas a las consignas de mercado produce vértigo y a veces inseguridad, pero por otro lado nos acerca a un universo rico, inquietante y fragmentado como los pixels que componen una imagen que se puede leer desde espacios de libertad individual y colectiva y que como las esporas, va creando mundos para el placer y el conocimiento de aquellos que se atreven a mirar.