Javier Liñera | Euskadi
«Barro Rojo» (2015)

Un viaje.
Un viaje por la historia del protagonista y por la historia de su tío gay.
Una historia dentro de otra historia.
La historia de un tío que fue encerrado en un campo de concentración y luego en la cárcel. Por ser gay.
La historia de dos realidades del pasado. La Europa de Hitler, la España de Franco.
Un proyecto que nace de la necesidad creativa y personal del autor. Un trabajo de investigación, una historia ficticia conformada por historias reales.
Esta propuesta pone en escena las realidades que vivieron unas personas para que ahora tengamos los derechos que tenemos y la libertad con la que vivimos. Revisa un pasado que es presente y futuro.
Intérprete: Javier Liñera
Texto: Javier Liñera
Diseño y técnico de iluminación: Patxi Pascual
Técnico de sonido: Aitor Pérez
Escenografía: Oskar García, José Manuel Placeres
Música: Ismael Merino, Pierre-François Blanchard
Ayuda en peluquería: Beatriz López
Imágenes: Laurent Leger Adame
Dirección: Daniela Molina, Linda Wise
«Estudié para ser actor y en ello he estado trabajando. Combinaba las funciones con clases y con trabajos que tenían que ver con el arte y comunidad y también con temas relacionados con el género y la diversidad. Esta combinación será uno de los motivos que más tarde me impulsará a seguir escribiendo. Es verdad que también estudiaba dramaturgia, pero en ningún momento me planteaba poner en escena ningún texto, hasta que llegó una crisis personal y artística. Una crisis que me planteaba quién era yo y también qué es el teatro, para qué sirve. Una sensación de angustia y aburrimiento hace que acabe un ciclo. En ese momento voy a estudiar a París con Linda Wise y Enrique Pardo y allí, Linda me dijo: un día me gustaría dirigirte. Y esas palabras me impulsaron a escribir lo que sería después Barro Rojo. Después el impulso de querer contar, de querer combinar las ideas de los personajes periféricos que conocí en la combinación de la que antes he hablado, fue creciendo y continúe escribiendo. Este fue el inicio, y después llegaron otras ideas, otros motores, imágenes, sensaciones, lecturas que me abrían el horizonte en la escritura. Y en todo esto me hago la misma pregunta, ¿para qué sirve escribir?» Javier Liñera